domingo, 16 de junio de 2013

Golondrinas

Mi casa tiene nuevas habitantes,
que con trabajo y tesón has hecho su nido, por primera vez, en el balcón del norte.
Para los de siempre, adobé unas patatas
En principio éramos tres.
A que no tiene mala cara ese asado de cinta de lomo ¿eh?
Mi hermana trajo esos pescaditos que se comieron en segundos.
Y ahí, mi orgullo: el fruto de mi trabajo, guisantes de mi huerto, la primera flor de brécol, que os enseñé la pasada semana, patatas  de mi trabajo , lechuga de Cuco y espárragos trigueros. No quedó nada.
De esa pizza rara, algo quedó, pero no mucho, porque al final apareció Abel , que vino desde Arteixo, a donde fue a competir en triatlon. Y tenía hambre.

Ganamos las madres nuevamente. En el cómputo general vamos 7 a 5.
No está mal para dos ancianitas, compitiendo con treintaañeros.
Es posible, a pesar del frío, que la semana que viene os enseñe una cesta de cerezas.
No imaginais las ganas que tengo.