domingo, 15 de abril de 2012

Mis disculpas

Ayer alguien se sintió herido por la imagen de Koro.
(A mi me hiere más ver a ¿"personas"? matando elefantes)
Mis disculpas: solamente quise jugar con el idioma
(por aquí, meando; por aquí me ando), de ahí el junto y el separado, aprovechando la tendencia perruna a marcar territorio. Cuando utilizamos la expresión "por aquí andamos", en general lo utilizamos en el sentido de "vamos tirando" y no de "estoy y soy feliz". A eso me refería también.
Pero las opiniones mayoritarias surgieron con la afirmación de Punset, que, sacada de contexto, se presta a ser discutida. Pero, vista en su conjunto, está clarísima y creo que no habrá discusión.

Cuando yo era chica y estábamos lejos de nuestros novios o novias, la carta diaria era obligada. Y se esperaba al cartero como se esperaba a dios : incluso se salía poco a la calle y solamente con amigas. A eso se llamaba "guardar ausencias". Y en eso consistía la fidelidad. En guardar ausencias y escribirle cada día para que supiera que lo amabas, que lo echabas de menos, que no pasaba un segundo sin su recuerdo vivo.
Hoy, es fácil: a la velocidad de los aviones y los trenes puedes sumar el Skype y el correo electrónico; los mensajes de móvil y el "feisbuk".
Y menos mal que el texto de ayer no era demasiado polémico, que si llego a poner el que sigue...
Algunos dirán que esos de la tribu hacían el indio, pero mirad este otro
Lo que no logro entender es por qué los navajos no tenían "jefas de tribu" y ellas se dejaban mandar por un niño.
Pero, ¿qué importa? la esencia (y eso no está remarcado) es que HACE FALTA APRENDER PARA VIVIR EN PAZ.
Este libro de Punset ("Excusas  para no pensar") es una verdadera joya. Si os quereis, compráoslo.